Escribir y vivir...

La última frase del libro de Antoine, respondiendo la pregunta de Rolando (que se me antoja es el mismo Don Juan de Carlos Castaneda) recoge su aprendizaje luego de haber creido que escribir un libro es lo que le daria sentido a su vida: "El sentido de mi vida es vivir, simplemente vivir"... Y luego Rosa me lo redondea magistralmente cuando hace un paralelo entre sus amantes y sus libros y equipara la experiencia de enamorars a la experiencia de escribir un libro.
Cuando escribes, dice, "vives en el mismo estado de deliciosa enajenación que cuando te enamoras" (...) "cuando amas apasionadamente tienes la sensación de que, al instante siguiente, vas a conseguir compenetrarte hasta tal punto con el amado que os convertirás en uno solo; es decir, intuyes que está a tu alcance el éxtasis de la unión total, la belleza absoluta del amor verdadero. Y cuando estás escribiendo una novea presientes que, si te esfuerzas y estiras los dedos, vas a poder rozar el éxtasis de la obra perfecta, la belleza absoluta" (...) "cuando te enamoras, estás tan lleno de vida que la muerte no existe. Al amar eres eterno. (...) También eres eterno mientrs inventas historias."
Una novela, "es la vida secreta de un escritor, el oscuro hermano gemelo de un hombre" decía Faulkner (acaso mi hermano Gerardo?) "El escritor es un ser que no llega jamás a hacerse adulto" dice Martin Amis y Rosa amplía: "el novelista tiene el privilegio de seguir siendo un nino, de poder ser un loco, de mantener el contacto con lo informe" (el inconciente, con el cual se regodea Jodorowsky?... la verdadera vida de los budistas? ... el reino infinito del testigo?)
Escribir y vivir parecen algo así como las manifestaciones gemelas de realidades paralelas. Tal vez "ella" se oculta en las páginas de ese libro que se agazapa en mi pensamiento. Tal vez "ella" es mi delirio extáctico que me conecta con la belleza absoluta del amor...