Saturday, April 11, 2015

Disquisiciones en la coyuntura

hace unos días tuve la oportunidad de ver un interesante debate en tvn sobre la reforma laboral, en el cual participaron en igualdad de condiciones, empresarios, trabajadores sindicalizados, diputados y representantes del gobierno.

lo que mas me llamó la atención fue constatar la contraposición de intereses entre empresarios y trabajadores, la cual pareciera imposible de resolver sin una "lucha" entre las partes, para inclinar la balanza hacia uno u otro lado y donde siempre habrá ganadores y perdedores.

mi conclusión es que no hay salida posible, si no se revisan las "formulas" que esta detrás de la lógica o la interpretación del sistema de libre mercado. me explico:

la "fórmula" del empresario (pequeño, mediano o grande) es obtener la mayor rentabilidad del capital con la menor inversión posible. por el contrario, la "formula"  del trabajador promedio, parecería ser obtener el mayor ingreso posible con el menor esfuerzo asociado. es el histórico dilema entre capital y trabajo.

el gráfico que resulta de esto es imposible de conciliar:


es tan fuerte esta "aspiración" legitimada socialmente tanto para las empresas como para las personas, que es la que impulsa el oportunismo y la codicia de los pentas, los sqm, los avalos y los ejecutivos de emron en el pasado reciente, para mencionar solo algunas evidencias de los excesos de ambos modelos, que no son de izquierda ni derecha.

así pues, es clarísima la pugna entre "capital" y "trabajo", que generalmente gana quien tenga mas fuerza, entiéndase: mayor poder político, económico o físico. pruebas de esto sobran en el día a día.

¿y entonces?

estoy convencido que no avanzaremos significativamente hacia nuevas condiciones de equidad y responsabilidad integral, mientras no encontremos una nueva "formula".

una fórmula pensada en la construcción de empresas sobre un sistema de valor (contribución a la creación de riqueza) y de valores (cuidado ético, humano y sostenible)... un sistema de valor consciente y responsable.

y no se me ocurre una mejor inspiración para ello que la convergencia virtuosa del amor y la abundancia.



la abundancia, en cuanto la convicción de que "hay para todos", y que si bien es cierto que vivimos en un planeta finito, es también cierto que la tierra es un ecosistema sustentable, generoso y suficiente para albergar la vida de todas sus especies y en particular de la sociedad humana, con altos estándares de bienestar y calidad de vida.

el amor, en cuanto la primacía del cuidado, el respeto, la generosidad y la colaboración v/s el oportunismo, la discriminación, el egoísmo y la competencia.

no dudo que suena un poco idealista, pero ya algunos autores como james a. autry, se han atrevido a plantearlo, en su libro love and profit: the art of caring leadership, o gary hamel, cuando plantea su propuesta lo que viene ahora, o raj sisodia en su estudio de las firms of endearment.

yo creo que en chile hay muchas iniciativa concretas en ese camino: sistema b, empresas conscientes, capitalismo consciente, prohumana, accion rse, pacto global, desafío de humanidad, para mencionar solo algunas de ellas.


soy optimista de la dirección del cambio. es un camino prometedor y difícil, al cual bien vale la pena invertir esfuerzos y recursos.

Wednesday, February 11, 2015

Empresa y espiritualidad

la empresa está en todas partes

no hay duda que “la empresa”, así con mayúsculas, está en el centro de nuestra civilización occidental. de un modo u otro, todos “pertenecemos” a alguna empresa,  ya sea porque trabajamos en una de ellas, o porque seamos sus dueños, o porque le vendamos nuestros productos o servicios: toda nuestra vida está determinada en alguna forma por “las empresas”.

la empresa es omnipresente en nuestra realidad, es el dios o el demonio de nuestro sistema, dependiendo de nuestra manera de pensar.

todos “vivimos” en una empresa u organización, y cuando digo “vivimos”, es porque objetivamente pasamos la mayor parte de nuestro tiempo trabajando en alguna empresa, donde, de acuerdo con los estudios, el 80% de las personas no encuentran sentido al trabajo que hacen y padecen de stress, miedo o ansiedad.

la tensión provocada por la exigencia de un rendimiento superior, la presión de conseguir objetivos y metas, la velocidad del día a día, causan estragos en las personas, que se debaten nerviosamente para responder a las expectativas de generar resultados, sin importar el costo físico o emocional que ello conlleva. como diría frederick taylor, en los comienzos de la revolución industrial: “en nuestro esquema, no les pedimos iniciativa a nuestros hombres. no deseamos iniciativa alguna. todo lo que queremos de ellos es que obedezcan las órdenes que les impartimos, que hagan lo que les decimos y que lo hagan rápido” . solo faltaría agregar que no sientan, que no tengan emociones, que no sueñen. ese era el pensamiento de las empresas en los comienzos del siglo xx y creo que no se aleja mucho del pensamiento empresarial de comienzos del siglo xxi. a pesar de que las emociones empiezan a ser consideradas y el ejercicio del liderazgo es cada vez más humano, creemos que es tiempo de dar un nuevo paso.

empresas espirituales

creo que debemos reflexionar sobre la forma como las empresas determinan nuestras vidas y la importancia de plantearnos una manera diferente de “vivir” en ellas. creo firmemente que la empresa es el escenario donde podemos encontrar una nueva forma de habitar el planeta, generar valor y realizarnos como seres humanos.

en la medida en que reconocemos que las empresas están conformadas por seres humanos con sueños y esperanzas, podemos lograr trascender la productividad y el individualismo, para imaginar empresas más espirituales, entendiendo como tales aquellas que permiten un espacio para la construcción de sentido, la generación de consciencia y la creación de valor para todos los involucrados (stakeholders).

a eso llamo empresas espirituales. la palabra espiritualidad se deriva de la palabra espíritu y esta a su vez viene del latín spiritus que significa “aliento, respiro, es decir, aquello que da vida”.  “spiritus” es el principio impulsor del ánimo o esencia inspiradora, que permite obrar en armonía…

empresas espirituales… empresas vivas, donde sea posible  “respirar sentido”: detenerse, respirar, tomar consciencia y continuar.

“pause for breath” (pausa para respirar) es el título de un libro sobre liderazgo escrito por amanda ridings, que nos introduce a la práctica del “mindfulness” y de su importancia para el ejercicio del liderazgo contemporáneo. ¿mindfulness? la palabreja me sonaba y pensé que se trataba del invento de algún gurú contemporáneo, emparentado con el “wellbeing” (bienestar). y así era efectivamente, pero iba más allá: se trataba de una técnica de meditación contemporánea totalmente en línea con el propósito de “espiritualizar” nuestra vida en la empresa.

mindfulness, un camino para la espiritualidad en la empresa

mindfulness, contrario a mi primera idea, es una práctica de meditación milenaria que significa “atención plena al momento presente, conciencia plena o conciencia pura” y se considera como una facultad espiritual o psicológica de gran importancia en el camino hacia la iluminación de acuerdo a las enseñanzas de buda.

mindfulness es la capacidad de ser observador de sí mismo, de adquirir una perspectiva de altura ante flujos de situaciones, emociones y pensamientos. es “la conciencia que emerge cuando intencionalmente ponemos atención de una manera abierta, gentil y con discernimiento” dice shauna shaphiro, especialista en mindfulness e integrante del board de axialent*

el mindfulness es una práctica sin ningún contenido doctrinal o filosófico, que no requiere adoptar ninguna creencia diferente a la del bienestar del ser humano como camino para su plenitud y realización. esa condición lo hace especialmente atractivo para usarlo como técnica de meditación en las organizaciones y que en esencia busca la atención plena al momento presente… lo cual además conlleva a resultados superiores, mayor efectividad, menor ausentismo y todos aquellos aspectos que determinan la sustentabilidad humana de las organizaciones.

así pues, a través de la práctica del mindfulness, es posible dar ese paso hacia una mayor consciencia-presente, una especie de espiritualidad activa. practicarlo es algo muy simple, al alcance de todos, con aplicaciones concretas en el día a día y sin exigentes demandas de tiempo ni de “expresiones esotéricas”, a las cuales las empresas le tienen tanto temor.

shauna saphiro propone tres pasos o pilares en la práctica del mindfullness:

intención: claridad sobre el propósito de la práctica. aquello que nos importa, el para  que hacemos lo que hacemos. se trata de conectarnos con la aspiración, la visión y el camino.

atención: conciencia plena del momento presente. aceptación “gentil” de que nuestra mente divaga la mitad del tiempo y que es posible a partir de la observación consciente, hacerla más focalizada y eficiente.

actitud: es el modo, el como ponemos atención … lo que practicas se vuelve mas fuerte: aceptación, apertura, curiosidad, desapego, gentileza, cuidado, confianza y compasion

hoy en día el mindfulness se enseña en diversos institutos y universidades chilenas y en algunos casos es parte de los nuevos programas de liderazgo y desarrollo organizacional que estamos impartiendo.

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 * axialent es una importante consultora internacional creada por fredy kofman en asocio con peter senge y ken wilber, cuya metodología se basa en la ontología del lenguaje. axialent integra hoy en día una mirada espiritual de la empresa, inspirada en el libro “conscious business” (empresa consciente) escrito también por fred kofman.