en el principio uno era todo
ciertamente este era un lugar extraño, suponiendo que lo pudiéramos llamar un lugar. para empezar no sería fácil darle una ubicación específica; tal vez la expresión “está en medio de la nada” podría aplicarse en este caso. en efecto no había nada alrededor.
también podría decirse que era un lugar tan callado que se escucha hasta el silencio. indudablemente en este lugar imperaba un silencio profundo, reverencial, como “ahuecado”, algo así como un silencio que se envuelve en sí mismo… mmmmm ¿se imaginan un silencio envolviéndose en si mismo?...
era silencioso y luminoso. ¿luminoso? no estoy muy seguro, ahora que lo pienso mejor, no podría decir con certeza si era de día o de noche. era como una profunda y clara oscuridad, o una obscura e incomensurable claridad.
y en medio de ese extraño lugar podía sentirse una presencia, como si se tratara del lugar mismo. si yo fuera animista, diría que era el espíritu del lugar. en verdad no podía ubicarlo en el espacio, ni tampoco precisar su forma… tal vez si un sonido. algo como una especie de murmullo o de susurro.
mmmmmm…. si, era un murmullo, un susurro, un sonido sin materia, algo parecido a un tremor sin origen claro. lo envolvía todo y hacía pensar que en medio de aquella nada, ciertamente había “algo”.
no había duda de que “algo” existía allí. era una presencia también extraña. era sólida y sutil. era inmensa y diminuta. era tranquila y amorosa. era como si cubriera con un manto silencioso toda aquella nada.
vamos a llamarla uno, para poder referirnos a esa presencia, porque a pesar de que no emitiera sonidos, indudablemente tenía pensamientos y sensaciones. uno estaba allí, en un rincón, ocupando todo el espacio sin forma. uno sentía una gran paz y tranquilidad. no había nada que pudiera perturbarlo. bueno, en realidad es que no había nada, literalmente hablando. uno pasaba los días y las horas, una tras otra, sin ninguna diferencia entre si; aunque pensándolo bien, no podría decirse que existiera algo así como el paso del tiempo. a uno le era difícil imaginarse que hubo un ayer o que habría un mañana, es como si viviera en un eterno presente, donde todo pasaba y nada pasaba.
y en realidad pasaba todo, porque sus sensaciones y pensamientos eran de una inmensa riqueza. uno podía ver toda clase de colores y movimientos surgiendo y desapareciendo en su consciencia. no podría decirse que eran recuerdos, porque uno no había tenido ninguna experiencia que pudiera recordar. tal vez era algo así como convulsiones cognitivas o volutas creativas o sacudidas sensitivas… mmmm… igual era muy raro todo aquello.
lo único cierto es que uno estaba allí, en silencio, en medio de la inmensidad y siendo la inmensidad misma, sin poder comprender el límite entre él y cualquier otra cosa. en algún momento, algo parecido a un pensamiento empezó a tomar forma en su conciencia. ¿conciencia? si, parece que uno experimentaba algún tipo de conciencia, como si se diera cuenta de algo más allá de si mismo, que tal vez fuera él mismo. un pensamiento extraño, desconocido, como vacío. uno se preguntaba que hacía allí en medio de la nada, siendo nada y al mismo tiempo siendo todo. una situación algo absurda y contradictoria que uno se esforzaba por entender. sin embargo, por más esfuerzo que hiciera no podía comprender esta cosa paradojal de su existencia.
uno era todo y al mismo tiempo era nada.
y el pensamiento continuaba haciéndose presente y empezando a volverse algo incómodo, aunque uno no podría diferenciar entre comodidad e incomodidad. la imagen que intentaba formarse en su conciencia era en realidad vacía, carente de toda referencia a nada. vacía, vacía, vacía…
uno se sentía vacío… o vacía, porque tampoco podría decirse que uno tuviera género. uno era un inmenso vacío en sí mismo.
y la incomodidad parecía ir en aumento. uno se movía inquieto, aunque en realidad no se movía, porque no había un espacio donde pudiera hacerlo. sin embargo sentía como que se movía o como si quisiera moverse. empezó a sentirse atrapado en algo que era el mismo, porque fuera de él mismo no había nada. era muy loco todo aquello. la sensación de estar atrapado en si mismo, empezó a ocupar toda su conciencia, empezando a hacerse insoportable.
a uno nunca le había pasado algo así. aunque no hubiera tiempo en aquel lugar ese nunca parecía real. uno nunca se había sentido vacío, porque él era todo lo presente. sin embargo no cabía duda, uno estaba muy inquieto.
y el tiempo pasaba, o no pasaba lo cual era peor aún para su inquietud que seguía en un aumento constante. era como si algo estuviera creciendo en su interior. era una presencia en medio de la presencia.
y el murmullo empezó a transformarse en un sonido más sólido, algo parecido a un rugido… primero suave y luego más fuerte. sí, era un rugido acompañado por un extraño movimiento en medio de la inmensa nada. uno pareciera envolverse en sí mismo con una fuerza y ansiedad inusitadas. uno se retorcía en un movimiento espiralado, lleno de colores y destellos. el rugir se hacía mucho más sólido ocupándolo todo y llenando cada rincón de su conciencia. el giro de la espiral era cada vez más vertiginoso, creciente e incontenible. uno parecía estar convulsionando en ilimitados estertores. luz, oscuridad, silencio, estruendo, quietud, movimiento, contracción, expansión...
uno se contraía y se expandía ocupándolo todo, siendo todo en medio de la nada. era algo que estaba allí…no se sabe de dónde surgió pero estaba allí. era algo muy caliente y muy denso, que empezó a tomar forma en el espacio y en la conciencia. uno sentía como si estuviera muriendo, o tal vez naciendo.
en su conciencia empezó a aparecer una sensación de totalidad del espacio y del tiempo, de todas las formas, de la materia, de la energía y del movimiento. en algún momento se volvió transparente y las fuerzas que uno empezaba a experimentar dejaban sentir su influencia bajo la cual comenzaron a crecer pequeñas heterogeneidades dentro de si mismo, atrayendo toda la conciencia circundante. uno empezó a transformarse en una especie de gran nube que se expandía rápidamente en medio de una nada que se convertía en existencia.
y hubo algo parecido a una explosión. una gran liberación de energía en el espacio, una fragmentación en la conciencia de uno.
y todo se tornó incierto. donde antes no había nada, ahora estaba todo, existiendo, vibrando, expandiéndose, conociéndose…
uno dejó de existir.
uno nunca más volvería a estar solo.