el poder de la paradoja...
paradoja: expresión en la que hay una incompatibilidad
aparente, que está resuelta en un pensamiento más profundo del que la enuncia;
como en “el que no tiene nada lo tiene todo”
vivimos en la paradoja. somos habitantes de un mundo lleno
de contradicciones profundas, del total sin sentido y del total sentido.
destruimos para construir y construimos para destruir.
hay paradojas en cada paso que damos hacia algo nuevo en
nuestras vidas. en la medida en que somos más nosotros mismos, somos menos
nosotros mismos.
muchas religiones se basan en un planteamiento paradojal:
jesucristo vino a “morir” para revelarnos la verdadera “vida”. en el taoísmo y
en el budismo se habla de la “eternidad del instante” que no es otra cosa que
entender la vida en un eterno presente donde el pasado y el futuro no existen
ni como historia ni como preocupación. dios es “principio y fin” de todas las
cosas.
pero por otro lado el conflicto se instala cuando en lo
cotidiano prima la concepción racionalista tradicional, donde se entienden los
procesos como líneas continuas, planes que se ejecutan, vidas que se realizan,
cielos que se alcanzan, resultados que se obtienen. y ahí está precisamente la
trampa: los planes no se ejecutan, las vidas toman rumbos inesperados, el cielo
nunca llega, los resultados son siempre insuficientes, la felicidad se resbala
en cada paso... parece que no existiera ningún objetivo que alcanzar, porque el
objetivo nunca se alcanza. y si el objetivo nunca se alcanza, ¿para qué tenemos
objetivos?
parece un juego de palabras. y “es” un juego de palabras. de
hecho es un juego que hay que jugar sin preocuparse por lo que pueda pasar,
porque pase lo que pase no pasará nada... y lo pasará todo!!
a ver, más despacio: si pensamos en la importancia de
nuestras vidas, vamos a descubrir el verdadero valor en la perspectiva de la
poca importancia de nuestras vidas. nuestra existencia es insignificante en el
concierto del universo, cada evento que pasa cada día es insignificante en la
dimensión de nuestra propia historia, pero al mismo tiempo es absolutamente
trascendente en la historia de nuestro propio ser.
todo importa y nada importa. alguien decía: “para que
tomarnos la vida tan en serio si al final de todas maneras no saldremos
vivos”. ¿será cierto que vivimos para
morir? ¿entonces porque no morir ahora?
y si cada instante de hoy lo viviéramos en la absoluta
despreocupación por lo que venga y en la absoluta “presencia” intensa en lo que
estamos viviendo, ¿no lograríamos entonces darle el más profundo significado a
toda nuestra vida en esa continuidad del presente eterno?
las voces sabias nos invitan a “soltarlo todo, para tenerlo
todo”. a “dejar de buscar para encontrar”. ¿fe? ¿locura? ¿misticismo? todo y
nada encerrado en un solo momento. yo y el otro que no son sino lo mismo.
vivir en la conciencia de la paradoja abre espacios nuevos,
genera nuevas posibilidades... porque al final todo importa tanto, que nada
importa nada.