sigo conectado con este tema de la vulnerabilidad de nuestro
"ser" humano y vuelvo a ver en ted una lúcida charla de brené brown,
que explora el tema a partir de su propia experiencia y de sus propios
aprendizajes.
brené habla de la "verguenza" de sentirnos
vulnerables y descubre en su investigación que hay una diferencia entre las
personas que tienen una sensación de dignidad frente a su vulnerabilidad y
quienes no la tienen. plantea que todo se reduce a un profundo sentido de amor
y pertenencia. es como una sensación de merecimiento, de "ser
suficientes", aún en la imperfeccion.
brené plantea que existen al menos tres factores en común:
el primero es el sentido del coraje, entendido no simplemente como valentía,
sino como el "coraje" de ser imperfectos. aceptar la imperfección y
atreverse a mirarla de frente sin intentar disfrazarla de certeza. un segundo
factor es la compasión, en el sentido de ser amables con nosotros mismos y con
los otros. es la compasión por la vulnerabilidad propia y por la vulnerabilidad
de los otros, que acepta el error y no castiga con el juicio descalificador e
intolerante. y lo último era que tenían conexión y esta aparentemente es la
parte más difícil. como resultado de la autenticidad, estaban dispuestos a
dejar de lado lo que pensaban que "debería ser", para "aceptar
incondicionalmente al legítimo otro" como lo diría humberto maturana. así
es que solo en esa aceptación incondicional, es que surge la conexión que nos
permite sentirnos amados y pertenecientes.
esto es lo que he encontrado: permitamos que nos vean, que
nos vean en profundidad, con nuestra vulnerabilidad; amemos con todo el corazón
aunque no haya garantías; (...)
"estoy muy agradecida porque sentirme tan vulnerable implica que
estoy viva". y por último lo que pienso que quizá sea lo más importante es
creer que somos suficientes. porque cuando trabajamos desde un lugar del
"soy suficiente", creo que entonces dejamos de gritar y empezamos a
escuchar; somos más considerados y amables con la gente que nos rodea somos más
considerados y amables con nosotros mismos.