Cada vez es mayor la sensación de que estamos en medio
de una gran transición, un "cambio de era", en el que cuestionamos
los paradigmas sobre los cuales hemos venido funcionando. muestra de ello es el
crecimiento de los "indignados" en todo el mundo, las protestas
contra el poder desmedido de los bancos y del sistema financiero, las demandas
por una salud y una educación que no sean un negocio más de los grandes
capitales, la caída de regímenes autoritarios, en suma, voces que claman por
una nueva forma de habitar el planeta, más responsable, más equitativa, más
integral.
y la idea de un "cambio de paradigma" se ha
instalado como una distinción recurrente. mencionamos que existe un “viejo” y
un “nuevo” paradigma. ¿qué es eso? ¿de qué estamos hablando? para mí
implícitamente está la idea de la "evolución" y particularmente de la
"evolución de la consciencia", sobre la cual la dinámica espiral de
clare graves (desarrollada por don beck y chris cowan), son un buen mapa, sobre
el cual escribo las siguientes líneas...
break
entendemos como paradigma un modelo o patrón; un
conjunto de ideas, pensamientos y creencias incorporadas generalmente durante
nuestra primera etapa de vida que se aceptan como verdaderas o falsas sin
ponerlas a prueba dentro de un nuevo análisis.
desde nuestra interpretación, los paradigmas sociales
reflejan una forma de pensar en un período determinado de tiempo, generando el
tipo de mundo que manifestamos como sociedad. dados determinados valores y
emociones, moldeamos la realidad para responder a aquello que consideramos
importante en ese momento. cuando cambian las prioridades, cambia el mundo de
lo posible.
tomando como referencia el modelo de la dinámica
espiral de clare graves, la cual esquematiza en una secuencia de etapas las
diversas formas de entender y habitar el mundo, nos encontramos con dos grandes
niveles paradigmáticos y al menos 7 estadios de evolución de la consciencia.
un primer nivel es de los paradigmas basados en el
miedo, el cual incluye 6 estadios evolutivos:
1. paradigma de la supervivencia (miedo a morir)
en este primer estadio el único valor es el de la
propia vida. el entorno es solo un recurso para subsistir o una amenaza para
morir. emociones básicas y reacciones primarias. aparece en situaciones de
emergencia o extrema marginación. está presente como energía básica en los
primeros meses de vida del ser humano.
2. paradigma de la tribu (miedo a la soledad)
cuando superamos el nivel básico
de supervivencia, aparecen “los otros”, como referentes de mi mismo. es aquí
cuando empezamos a sentirnos parte de una tribu, de una familia, de un clan.
tiene que ver con la necesidad de pertenecer y de sentirnos reconocidos.
implica aceptar las reglas y ritos del colectivo.
3. paradigma de la autonomía (miedo a la
indiferenciación)
sin embargo llega un momento en que la tribu (la
familia) es asfixiante y se percibe como una amenaza a los aspectos que me
definen como “yo”. en este paradigma reforzamos el ego y su necesidad de
existir en el mundo. nos definimos casi por oposición, tratando de construír
una identidad propia y única.
4. paradigma del orden (miedo al caos)
cuando las individualidades son la constante, se
empieza a perder el tejido social y el resultado suele ser el caos. es así que
para reconstruír ese tejido humano, emerge un paradigma que ordena las creencias,
las jerarquiza y las subordina al “bien mayor”, ya sea este la patria, dios o
las instituciones. el orden reemplaza el caos. la palabra escrita, la ley
y las normas se imponen para ser respetadas.
5. paradigma del progreso (miedo al fracaso)
del paradigma anterior, casi por oposición, surge un
nuevo paradigma que rechaza el dogma y la verdad estipulada por las
instituciones. se enarbola entonces la bandera del progreso, la tecnología, la
estrategia y el desarrollo. es el momento de ser grandes y poderosos, como
consecuencia de la capacidad para alcanzar el éxito en cualquier orden. la
iniciativa individual, la acumulación y la especulación se convierten en las
nuevas verdades, que dan origen a una sofisticada sociedad de consumo.
6. paradigma de la hermandad (miedo a la
fragmentación)
también por oposición, surge una nueva fuerza,
cuando el paradigma del progreso no nos permite alcanzar el sueño prometido.
aparece entonces una visión romántica que nos invita a la hermandad y al
re-encuentro de la naturaleza y de los valores más trascendentes. es la
negación de los tres últimos niveles y el planteamiento de un retorno
victorioso a la tribu, al clan. todos somos hermanos entre nosotros y hermanos
de un planeta que percibimos vivo.
sin embargo, el retorno ya no es posible. creemos que
es en este punto de la evolución de la consciencia humana,
cuando podemos alcanzar un posible segundo nivel, como si diéramos un salto
evolutivo. es en este piso en el que emergen nuevos paradigmas que desafían el
miedo y se fundan en nuevas emociones, como la comunión y la esperanza. a
nuestro juicio, este es el punto de inflexión en el que nos encontramos como
humanidad.
estamos abrazando la esperanza de habitar el planeta
de una manera distinta, integrando la riqueza y multiplicidad de todos los
paradigmas anteriores e invitando a la convivencia armónica e integral de todas
las miradas que favorecen el desarrollo de lo humano.
surge entonces un nuevo paradigma, que propone una
visión holística e integral. es el que llamamos paradigma de la integralidad.
este es el paradigma emergente en el cual basamos
nuestro quehacer y nuestra propuesta.
7. paradigma de la integralidad (a-mor* en la
unidad de propósito)
existe un júbilo de lucidez asociado a la idea de
conectarlo todo. aparece en este nuevo paradigma, la reivindicación de las
poderosas fuerzas de todos los niveles previos: superada la supervivencia como
condición de dignidad y sustentabilidad mínima, abrazamos entonces todos los
principios valóricos del antiguo paradigma en su lado más luminoso: la tribu,
la identidad, el orden, el progreso y la hermandad.
ahora es posible el surgimiento de un nuevo humano,
capaz de abrazar las diferencias y hacer carne los principios de a-mor,
compasión y cooperación.
en este nivel, podemos abandonar el miedo, porque
surge la confianza auténtica, construída gracias al encuentro y a la
aceptación. en este nivel es tan importante el logro de los resultados y las
metas, así como la generación de relaciones sanas y amorosas.
cuando abrazamos la integralidad encontramos también
el poder del propósito superior como orientador de nuestra vida y de nuestros
desafíos.