Robert
epstein lleva años investigado el "fenónemo" del amor en occidente...
el mito del amor romántico y llega a la conclusión de que
el mito romántico es un producto de consumo de la sociedad occidental,
promocionado hasta el cansancio en el imaginario colectivo...
habla de que uno de los elementoscentrales o
"meta" de un proceso de enamoramiento es la vulnerabilidad. alcanzar
la consciencia de vulnerabilidad de cada uno y desarrollar acciones para
cuidarse mutuamente.
en
india, por ejemplo, la tradición muestra que los pilares estructurantes de las
relaciones son:
el compromiso, como
consecuencia de una declaración de acuerdo previo que alinea las voluntades
individuales al logro de un propósito común: la pareja y la familia.
las expectativas
"reales", en cuanto a la no idealización del otro como
producto de una atracción "irresistible" que distorsiona las
percepciones. en los matrimonios acordados, las expectativas son acotadas.
el conocimiento
mutuo, como parte del compromiso de construír la relación, descubriéndose
mutuamente uno al otro, sin prejuicios condicionantes.
las habilidades
esenciales o competencias amorosas, las cuales se basan en la práctica
permanente de la comunicación, la resolución de
conflictos, el conocimiento de la pareja, el desarrollo de la sexualidad y el
romance.
a partir de
su experiencia, epsten propone entre otras cosas, una serie de ejercicios que según la estadística
documentada "generan enamoramiento" en la mayoría de las parejas:
estos
son algunos de estos ejercicios:
- Mirarse
2 minutos a los ojos, sostenidamente
y en silencio.
- Decir
"te amo", por turnos. Se trata solo de repetirlo durante algunos minutos, con
diferentes inflexiones e imprimiéndole sentido en forma progresiva.
- Declarar:
"déjame entrar",
consistente en tomar una distancia de algo así como 2 metros el uno del
otro y empezar a acercarse muy lentamente, en la medida en que se piden
reiterativamente: "déjame entrar"
- Intercambio
de secretos, esto es compartir con el otro algo que no
hemos contado a nadie más. Pueden ser cosas muy simples e inofensivas, que
van generando progresivamente una sensación de intimidad y cercanía.